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Para muchos pilotos de simulación, el volante y los pedales son solo el punto de partida. El siguiente paso es una plataforma dedicada, como la CSL Cockpit o la ClubSport GT Cockpit, para garantizar una posición de conducción adecuada. La verdadera inmersión se consigue creando una configuración que refleje lo más fielmente posible el entorno de las carreras en el mundo real. Más allá de lo básico, hay algunos accesorios que pueden transformar tu plataforma en algo mucho más parecido a un coche de carreras.
Una palanca de cambios específica suele ser el primer accesorio que la gente añade a su configuración. Aunque las levas de cambio en el volante son cómodas, una palanca de cambios secuencial o con patrón en H añade un nivel de realismo que las levas simplemente no pueden igualar. Cambiar de marcha en un coche manual se convierte en un reto táctil, y empiezas a apreciar lo importantes que son la precisión y la sincronización en las carreras. La palanca de cambios ClubSport Shifter SQ V1.5 está diseñada para soportar fuertes movimientos, con una construcción sólida y una satisfactoria sensación mecánica.
Para el rally, el drifting o el rallycross, un freno de mano analógico es casi imprescindible. Los botones digitales simplemente no pueden replicar el control matizado que se obtiene con una palanca adecuada. Un freno de mano te permite iniciar derrapes, ajustar la rotación del coche en mitad de una curva y recuperarte de forma más natural de los errores. Incluso para los pilotos que se ciñen principalmente al asfalto, los ocasionales momentos de derrape son mucho más divertidos cuando tienes una palanca a tu lado. El ClubSport Handbrake V2 cuenta con un sensor de célula de carga para una entrada analógica precisa y opciones para ajustar con precisión la sensación de la palanca.
Aunque existen argumentos sólidos a favor de las ventajas de una configuración de tres monitores en comparación con unas gafas de realidad virtual, no hay duda de que la tecnología de realidad virtual tiene el potencial de ofrecer el mayor avance en cuanto a inmersión. Las gafas de realidad virtual te sitúan dentro de la cabina con una percepción real de la profundidad, lo que te permite calcular las distancias y los vértices de forma más natural. Nada se compara con la sensación de mirar una curva con solo girar la cabeza. En combinación con imágenes de alta resolución y baja latencia, la realidad virtual puede hacer que tu simulador se sienta como un auténtico entorno de carreras.
El siguiente paso hacia la inmersión total suele implicar el uso de accesorios más extremos. Las plataformas de movimiento son las más reconocibles, ya que mueven el asiento o toda la cabina para simular la aceleración, el frenado y las fuerzas en las curvas.
Los tensores de cinturón son cada vez más populares, ya que utilizan arneses que se ajustan al cuerpo al frenar y acelerar. La presión sobre el pecho proporciona una sensación sorprendentemente convincente de las fuerzas g y ayuda a engañar al cerebro para que sienta la velocidad.
Del mismo modo, los transductores táctiles añaden vibraciones a la mezcla, transmitiendo el rugido del motor, los cambios de marcha o incluso la textura de las diferentes superficies de la pista directamente al asiento o al marco de la cabina. La tecnología FullForce del ClubSport DDes una forma de enviar efectos de tipo transductor directamente a través del eje de dirección.
Los sistemas de gama alta integran simuladores de viento que te lanzan ráfagas de aire en función de la velocidad. Aunque algunas de estas ideas puedan parecer una novedad, contribuyen a la ilusión general y te mantienen inmerso en la carrera. Estos accesorios no son para todo el mundo y la inversión puede ser considerable, pero demuestran lo mucho que ha avanzado el mundo de las carreras de simulación.
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