El Autódromo Nacional de Monza es el segundo circuito permanente más antiguo que sigue en funcionamiento, solo superado por Indianápolis. Conocido mundialmente como el «Templo de la Velocidad», Monza ha sido escenario de innumerables carreras legendarias. Ganar aquí es un privilegio con el que sueña todo piloto de simulación, por lo que sigue siendo uno de los circuitos más populares en las competiciones online.
Monza acoge la carrera de Fórmula 1 más rápida del calendario, con velocidades medias por vuelta inigualables en cualquier otro circuito. El trazado se caracteriza por largas rectas y zonas de frenada intensa, lo que exige una precisión absoluta por parte de los pilotos para no comprometer el tiempo por vuelta.
Tras la recta principal, donde los coches de F1 superan los 340 km/h, llega la primera zona de frenada en la Prima Variante, una estrecha chicane derecha-izquierda que se toma a muy baja velocidad. Este es también el mejor punto para adelantar. Es fundamental acelerar con limpieza al salir de esta sección, ya que conduce a un largo tramo hacia la chicane Roggia. Esta curva izquierda-derecha es más rápida que la primera y requiere un uso preciso del bordillo para mantener el impulso.
A continuación vienen las emblemáticas curvas Lesmo. A diferencia del resto del circuito, estas curvas de velocidad media a la derecha ponen a prueba la sensibilidad del piloto para el agarre con una configuración de baja carga aerodinámica. La primera Lesmo es una curva ciega de vértice tardío en la que el instinto y la memoria desempeñan un papel fundamental. La segunda es más cerrada, pero más rápida, y exige aprovechar al máximo el bordillo de salida para lograr una fuerte aceleración.
Otra larga recta lleva a los pilotos a la legendaria chicane Ascari: izquierda-derecha-izquierda. Desde las actualizaciones de 2024 del asfalto y los bordillos, dominar la primera curva a la izquierda es la clave para una secuencia rápida. Si se hace bien, el resto se puede tomar casi a toda velocidad, rebotando en los bordillos.
La recta trasera conduce a la última curva, oficialmente llamada Curva Michele Alboreto, aunque muchos siguen llamándola Parabolica. Con un vértice temprano y una salida amplia, lo importante es llevar la máxima velocidad a la recta principal.
Aunque Monza cuenta con relativamente pocas curvas, cada una de ellas es técnica y exigente. Un pequeño error se ve amplificado por las largas rectas que le siguen, lo que cuesta un tiempo valioso.
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El frenado es la habilidad determinante en Monza. Con tantas zonas de frenado intenso, la precisión y la consistencia son esenciales. Para los pilotos de simulación, un pedal de freno con célula de carga de alta calidad puede marcar la diferencia. Opciones como los pedales ClubSport V3 o los pedales CSL Elite V2 proporcionan la sensibilidad y el control necesarios para afrontar este exigente circuito con confianza.
Monza puede parecer sencillo sobre el papel, pero dominarlo, ya sea en la pista o en el simulador, es uno de los mayores retos del automovilismo.
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