Cuando se trata de coches de carreras, el frenado es quizás la técnica de conducción que realmente marca la diferencia entre ir rápido y ir extremadamente rápido. Frenar con un coche de carreras no es en absoluto lo mismo que frenar con nuestros coches cotidianos. Por comodidad, estamos acostumbrados a frenar suavemente y en una distancia relativamente grande en nuestros propios coches. En la pista, es exactamente lo contrario. Los pilotos de GT tienen que pisar a fondo el pedal del freno, aplicando una fuerza igual o incluso superior a 190 bares de presión.
En lo que respecta a los simuladores de conducción, es raro que un simulador «doméstico» alcance niveles de presión similares. No es de extrañar que las células de carga de la mayoría de los pedales del mercado estén diseñadas para soportar presiones de entre 60 y 200 kg. Por desgracia, todavía no somos pilotos de carreras de verdad.
Con un simulador, la presión media aplicada al pedal del freno es de entre 35 y 55 bares.
En lo que respecta a la técnica de frenado, el punto en el que la realidad y la simulación se cruzan es en la forma de frenar, lo que comúnmente se denomina «forma de frenado». En las carreras reales, los pilotos deben alcanzar la fuerza de frenado máxima lo más rápido posible (el famoso «pisón» mencionado al principio). Después, deben controlar con precisión la liberación del freno para evitar bloqueos, al tiempo que mantienen la fuerza de frenado máxima en proporción a la disminución de la velocidad del vehículo.
En las carreras de simulación, funciona exactamente de la misma manera. La diferencia radica en el nivel de concentración que debe aplicar el piloto: sin sensaciones físicas que le proporcionen información sobre los bloqueos o el movimiento del vehículo, el esfuerzo cognitivo es diferente. El piloto de simulación debe confiar en su memoria muscular, su capacidad de concentración y su sensibilidad hacia el vehículo digital para evitar bloqueos y optimizar el frenado.
En este ámbito, también hay diferencias entre los distintos simuladores. Por ejemplo, en el ACC, el pico y la liberación marcan la diferencia. El piloto del simulador debe aplicar la máxima fuerza de frenado para lograr una frenada perfecta, al igual que en los coches GT reales, donde los ingenieros de carrera piden a los pilotos que activen el ABS para garantizar una frenada óptima. Los pedales ClubSport Pedals V3 son la herramienta perfecta para el ACC.
Sin embargo, en iRacing, la técnica es ligeramente diferente y varía entre los coches de fórmula (rígidos y sin inclinación) y los coches de ruedas cerradas (GT o LMDh), más blandos y con mucha más inclinación y balanceo.
Coches de fórmula: aquí también son fundamentales el frenado máximo y la liberación, pero a diferencia de los GT, los coches de fórmula carecen de ABS. Esto significa que el frenado debe ajustarse con precisión (y el piloto del simulador debe practicarlo con cuidado) para lograr la máxima potencia de frenado sin bloquear las ruedas. La fuerza de frenado óptima suele oscilar entre el 70 % y el 90 % de la presión aplicada con los coches GT, aunque se trata de un valor aproximado y hay que tener en cuenta factores como la velocidad de aproximación, las condiciones meteorológicas y el estado de la pista.
Coches GT en iRacing: entra en juego un elemento adicional de la dinámica del vehículo:la transferencia de peso, que prácticamente no existe en los coches de fórmula. En esta categoría compiten los mejores pilotos de simulación de iRacing del mundo.
Por lo tanto, optimizar el frenado es fundamental para ganar esas centésimas de segundo que marcan la diferencia. En este caso, es mejor evitar activar el ABS. Una vez alcanzado el punto máximo de frenado,con una subida ligeramente menos pronunciada que en los coches de fórmula (alrededor del 85-90 % de la capacidad de frenado de la configuración del juego y la combinación de pedales), este nivel debe mantenerse durante un periodo ligeramente más largo. Una vez que el coche ha «reducido la velocidad» lo suficiente, comienza la fase de liberación, que es igual de delicada y crítica.
Por último, pero no menos importante , el frenado en curva. Este término se refiere a la capacidad de «llevar el freno hasta la curva» para lograr una rotación adicional, dirigiendo la parte delantera hacia el vértice. Esta técnica es especialmente útil para los pilotos (tanto reales como virtuales) que prefieren un enfoque de curva en forma de V.
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Ahora que conoces los secretos del frenado, ya no tienes excusas. La práctica y la concentración te ayudarán a recortar esas preciosas décimas de segundo.
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