Las carreras de rally son un deporte que exige una gran habilidad, precisión y un profundo conocimiento de las capacidades del vehículo. Entre las muchas técnicas de conducción que emplean los pilotos de rally, una que destaca tanto por su estilo como por su eficacia es el «Scandinavian flick». También conocida como «Scandi flick» o «pendulum turn», esta técnica es fundamental para tomar curvas cerradas en superficies irregulares como la grava o la nieve, muy habituales en las carreras de rally. Desarrollada en las condiciones heladas de Escandinavia, permite a los pilotos mantener altas velocidades mientras ejecutan giros bruscos con un control extraordinario.
En esencia, el «scandinavian flick» consiste en una serie de maniobras deliberadas y controladas destinadas a aprovechar la transferencia de peso del coche. La técnica comienza al acercarse a una curva a gran velocidad. Justo antes de entrar en la curva, el conductor aleja brevemente el coche de la curva, a menudo hacia el exterior de la carretera. Esta maniobra prepara al coche para un cambio de peso espectacular. Una vez que se ha transferido el peso, el conductor gira rápidamente el volante en la dirección opuesta, haciendo que la parte trasera del coche se deslice hacia el interior de la curva.
La clave del éxito del Scandinavian flick reside en la capacidad del coche para derrapar. Al desplazar el peso del coche hacia un lado, los neumáticos traseros pierden tracción, lo que permite que el coche se deslice lateralmente. Cuando el coche comienza a girar, el conductor debe ajustar rápidamente el acelerador y la dirección para controlar el derrape y garantizar que el vehículo salga de la curva con suavidad. La capacidad de mantener la velocidad durante este deslizamiento sin perder el control es lo que hace que el Scandinavian flick sea una habilidad tan impresionante.
Esta técnica es especialmente útil en superficies sueltas como grava, nieve o barro, donde la tracción es limitada y el frenado tradicional puede hacer que el coche pierda el control. Al iniciar el movimiento, el conductor no solo ayuda al coche a girar, sino que también maximiza la tracción disponible, lo que le permite acelerar al salir de la curva con mayor eficacia. Es un delicado equilibrio entre el frenado, el control del acelerador y la dirección lo que hace que el Scandinavian flick sea una de las técnicas más difíciles, pero también más gratificantes, de la conducción de rally.
La receta del éxito depende principalmente de tus aportaciones, ya que un exceso o un defecto de las mismas pueden hacer que pierdas el control durante esta técnica, por lo que una buena distancia entre ejes de transmisión directa, como la ClubSport DD+, y un pedal de freno con célula de carga, como por ejemplo los ClubSport Pedals V3, marcarán la diferencia a la hora de poner esto en práctica.
En conclusión, el «Scandi flick» es una técnica emblemática en las carreras de rally que ejemplifica los retos y emociones únicos de este deporte. Permite a los pilotos mantener la velocidad mientras negocian curvas cerradas y traicioneras, y se ha convertido en un sello distintivo de la conducción en rally. Dominar el «Scandi flick» requiere años de práctica y experiencia, pero para aquellos que pueden ejecutarlo con delicadeza, es una de las herramientas más emocionantes y eficaces del arsenal de un piloto de rally.
PRODUCTOS EN EL ARTÍCULO