El punto óptimo para la salida de par en una base de volante de simulación depende de varios factores, principalmente del juego específico que se esté jugando, el coche de carreras individual y las preferencias personales. Sin embargo, familiarizarse con las pautas generales puede ayudarle a tomar la mejor decisión para sus necesidades específicas.
El primer factor a tener en cuenta es la simulación en la que estás conduciendo. Las diferentes simulaciones proporcionan diferentes tipos de retroalimentación de fuerza, lo que contribuye a que el conductor reciba señales variables. En combinación con cada modelo físico, esto da lugar a una experiencia única y personalizada para cada simulación. Fanatec ofrece una gran variedad de bases de volante, cada una con numerosas opciones de ajuste para que encuentres la configuración perfecta para cada simulación. No existe una configuración general que se pueda utilizar en todas las simulaciones, por lo que debes crear perfiles diferentes para cada simulación que desees conducir.
Una vez que tengas claro qué simulador te gustaría conducir, es probable que tengas en mente una disciplina de carreras o un coche de carreras específico. iRacing es un excelente ejemplo, ya que ofrece una amplia gama de disciplinas de carreras que destacan los factores clave a tener en cuenta.
Si te interesa conducir un coche GT, concretamente un GT3, descubrirás que es una de las categorías más populares en las carreras contemporáneas. Estos vehículos ofrecen experiencias competitivas y son relativamente fáciles de aprender a conducir, aunque suponen un reto a la hora de dominarlos. Los coches GT3 son relativamente pesados para los estándares de las carreras y tienen una potencia considerable, lo que contribuye a su agilidad en diversas situaciones de conducción debido a su agarre relativamente bajo.
Para sentir esto en el volante, un buen punto de referencia para empezar es entre 5 y 8 Nm. El CSL DD QR2 es una excelente opción, y tienes la posibilidad de elegir entre la versión de 5 Nm o la de 8 Nm. Por lo general, esto proporciona toda la información necesaria: puedes sentir cuándo el coche pierde adherencia, notar los golpes contra los bordillos, sentir los baches de la carretera y experimentar el peso de la dirección en las curvas. Sin embargo, considéralo una guía más que una regla estricta; siéntete libre de ajustarlo a tus preferencias.
Una vez que establezcas una línea de base en tu simulación preferida con tu coche favorito con la que estés satisfecho, considera explorar otras disciplinas y vehículos para observar su dinámica.
Por ejemplo, examinemos un coche de Fórmula. Estos vehículos poseen un agarre aerodinámico significativo, lo que se traduce en una fuerza pronunciada sobre la distancia entre ejes durante las curvas a alta velocidad. Aunque esto proporciona una experiencia de conducción emocionante, con el tiempo puede resultar físicamente exigente. Es habitual reducir ligeramente la fuerza de retroalimentación en este tipo de coches. Sin embargo, ten en cuenta que no se trata de una pauta estricta; si te gusta la sensación actual y mejora tu inmersión, no dudes en mantenerla tal cual.
En definitiva, no existe una regla fija para los ajustes de salida de par. Lo que lo define es tu juego, la disciplina de carrera y, lo más importante, tus preferencias personales. Por lo general, la mayoría de las personas se sienten cómodas con una salida de par de entre 5 y 12 Nm. Es recomendable probar varios ajustes para determinar la configuración óptima, que te proporcionará una sensación de control sobre el vehículo, mejorará la inmersión y garantizará tiempos de vuelta constantes, minimizando al mismo tiempo la fatiga.
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